Los vicios de dicción o lenguaje son aquellos errores que se cometen cuando se hace uso del lenguaje de forma equivocada. Estos pueden darse al hablar o escribir las palabras de forma incorrecta. Todas estas faltas hacen más difícil que fluya la buena comunicación debido a que se prestan a confusiones o a malas interpretaciones.
![Imagen](/uploads/1/1/2/3/112343149/editor/anfibologia_1.png?250)
Anfibología: Manera de hablar en la que se puede dar más de una interpretación por el doble sentido que tiene o por mala redacción.
INCORRECTO CORRECTO
Calcetines para caballeros de lana. → Calcetines de lana para caballeros.
Medias para señoras de cristal.→ Medias de cristal para señoras.
Ventilador de bolsillo eléctrico. → Ventilador eléctrico de bolsillo.
Se lo agradezco un montón. → Se lo agradezco mucho.
INCORRECTO CORRECTO
Calcetines para caballeros de lana. → Calcetines de lana para caballeros.
Medias para señoras de cristal.→ Medias de cristal para señoras.
Ventilador de bolsillo eléctrico. → Ventilador eléctrico de bolsillo.
Se lo agradezco un montón. → Se lo agradezco mucho.
Barbarismo: consiste en pronunciar o escribir mal las palabras. Es también el abuso con vocablos extranjeros no aprobados por la RAE.
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Cacofonía: consiste en repetir sonidos en palabras próximas produciendo un efecto sonoro desagradable.
- Carlos comió conmigo coco ayer.
- Pedro perdido peso los últimos días.
- Actúen con precaución y pongan atención evitando cualquier distracción.
- Como no estuviste no pudiste verlo.
Modismos: Son modos de hablar propios de una lengua que suelen apartarse en algo de las reglas generales de la gramática y que se usan dentro del ámbito informal, cuyo significado no puede ser deducido a partir de las palabras que lo componen. Sino que es necesario conocer cuál es su significado, aunque a veces se puede deducir por el contexto en el cual se lo emplea.
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Muletillas o Coletillas: uso de palabras innecesarias que se repiten por costumbre.
- Esto... ¿qué te iba a decir...?, ¡ah sí!, ya me acuerdo....
- Te odio ¿sabes? no quiero ser más tu amiga ¿sabes? o sea...
- Déjame tranquilo, ¿vale?, ¿ya?
- Vaya, vaya, vaya...
- Esto no va a continuar indefinidamente, digo yo...
![Imagen](/uploads/1/1/2/3/112343149/published/neologisto.jpg?1687910973)
Neologismo: Los neologismos son aquellas palabras o expresiones que se introducen en una lengua a través del uso, por la necesidad de nombrar nuevas realidades. Por ejemplo: selfi, vegano, ciberataque, biopolítica.
A raíz de los avances científicos, técnicos, informáticos, sociales y culturales, los hablantes de una lengua requieren términos nuevos para nombrar inventos, descubrimientos o fenómenos que antes no existían y que tienen lugar en el mundo actual. Es por eso que se crean los neologismos. Por ejemplo: cliquear, emoji, bot.
Además de la fuerza del uso, para que se admita un neologismo en los diccionarios se suele exigir que sea un vocablo necesario, es decir, que no exista otra palabra que exprese lo mismo, y que su sonoridad y su construcción formal se adecuen a las pautas del idioma al que se incorpora. Por ejemplo: postear, transgénero, chatear.
Un neologismo puede surgir como un nuevo lexema desde el interior de la lengua, a través de la transformación o derivación de una palabra ya existente (por ejemplo: teletransportación, antivirus, navegador), aunque muchas veces son términos que se importan desde otras lenguas –extranjerismos o préstamos léxicos–, que por lo general sufren adaptaciones gráficas (por ejemplo: espóiler, wasap, loguear).
Con el paso del tiempo, junto con el uso y la incorporación a los diccionarios, los neologismos dejan de serlo y pasan a ser palabras corrientes de la lengua. Por ejemplo: aeroplano, telescopio, ovni.
A raíz de los avances científicos, técnicos, informáticos, sociales y culturales, los hablantes de una lengua requieren términos nuevos para nombrar inventos, descubrimientos o fenómenos que antes no existían y que tienen lugar en el mundo actual. Es por eso que se crean los neologismos. Por ejemplo: cliquear, emoji, bot.
Además de la fuerza del uso, para que se admita un neologismo en los diccionarios se suele exigir que sea un vocablo necesario, es decir, que no exista otra palabra que exprese lo mismo, y que su sonoridad y su construcción formal se adecuen a las pautas del idioma al que se incorpora. Por ejemplo: postear, transgénero, chatear.
Un neologismo puede surgir como un nuevo lexema desde el interior de la lengua, a través de la transformación o derivación de una palabra ya existente (por ejemplo: teletransportación, antivirus, navegador), aunque muchas veces son términos que se importan desde otras lenguas –extranjerismos o préstamos léxicos–, que por lo general sufren adaptaciones gráficas (por ejemplo: espóiler, wasap, loguear).
Con el paso del tiempo, junto con el uso y la incorporación a los diccionarios, los neologismos dejan de serlo y pasan a ser palabras corrientes de la lengua. Por ejemplo: aeroplano, telescopio, ovni.
- El bullying es un mal que aqueja sobre todo a niños, niñas y adolescentes.
- ¿Me puedes wasapear cuando llegues a tu casa?
- El ecoturismo es el turismo del futuro.
- Para entrar al sitio, debes cliquear aquí.
- El joven millenial es un influencer.
Solecismo: es un error en la estructura de una oración. Puede ser un error de concordancia, un error en la conjugación de un verbo, una preposición incorrecta, etc.
Por ejemplo: La distancia debe ser mayor a un metro. (solecismo) / Correcto: La distancia debe ser mayor que un metro. (correcto).
INCORRECTO CORRECTO
Por ejemplo: La distancia debe ser mayor a un metro. (solecismo) / Correcto: La distancia debe ser mayor que un metro. (correcto).
INCORRECTO CORRECTO
- Lo llevé un regalo → Llevé un regalo.
- ¿Estuvistes triste ayer? → ¿Estuviste triste ayer?
- La gente caminaban por ahí. → La gente caminaba por ahí.
- Se encuentra detrás mío. → Se encuentra detrás de mí.
El mal uso de los pronombres átonos de tercera persona recibe la denominación de leísmo, laísmo, loísmo. Consisten en el uso inadecuado de los pronombres le, les, la, las, lo, los; es decir, usarlos en una función sintáctica diferente de la que les corresponde.
Loísmo: Se utiliza lo(s), en lugar de le(s), para complemento indirecto. Es menos frecuente y mucho más vulgar; la norma del español lo rechaza radicalmente:
INCORRECTO CORRECTO
Lo he preparado una sorpresa (a Juan). Le he preparado una sorpresa.
A Juan lo dejaron un lápiz. A juan le dejaron un lápiz (forma correcta)
Laísmo: Consiste en el uso del pronombre la como complemento indirecto femenino. Se produce en el sistema de los nombres una sustitución del pronombre de complemento indirecto por una marca formal de género femenino: se utiliza la(s), en lugar de le(s).
INCORRECTO CORRECTO
La he preparado una sorpresa (a María). Le he preparado una sorpresa.
La dejé dinero (a ella) Le dejé dinero.
Leísmo: Se utiliza le(s), en lugar de lo(s) o la(s), para complemento directo. Es el más complicado de los tres. El uso de le directo está aceptado como forma correcta para designar personas y lo personificado. Es el leísmo de “persona”.
En caso de personas son validas las dos formas:
¿Has traído a tu hijo? "Sí, le he traido"/ "Sí, lo he traído"
Es considerado incorrecto el leísmo de "cosas":
INCORRECTO CORRECTO
¿Has traído el dinero? → Sí, le he traído. Sí, lo he traído: correcto.
¿Lograste presentar la carta a tu jefe? → Sí, le he presentado. Sí, la he presentado.
¿Guardaste los libros en la maleta? → Sí, les guardé. Sí, los
Loísmo: Se utiliza lo(s), en lugar de le(s), para complemento indirecto. Es menos frecuente y mucho más vulgar; la norma del español lo rechaza radicalmente:
INCORRECTO CORRECTO
Lo he preparado una sorpresa (a Juan). Le he preparado una sorpresa.
A Juan lo dejaron un lápiz. A juan le dejaron un lápiz (forma correcta)
Laísmo: Consiste en el uso del pronombre la como complemento indirecto femenino. Se produce en el sistema de los nombres una sustitución del pronombre de complemento indirecto por una marca formal de género femenino: se utiliza la(s), en lugar de le(s).
INCORRECTO CORRECTO
La he preparado una sorpresa (a María). Le he preparado una sorpresa.
La dejé dinero (a ella) Le dejé dinero.
Leísmo: Se utiliza le(s), en lugar de lo(s) o la(s), para complemento directo. Es el más complicado de los tres. El uso de le directo está aceptado como forma correcta para designar personas y lo personificado. Es el leísmo de “persona”.
En caso de personas son validas las dos formas:
¿Has traído a tu hijo? "Sí, le he traido"/ "Sí, lo he traído"
Es considerado incorrecto el leísmo de "cosas":
INCORRECTO CORRECTO
¿Has traído el dinero? → Sí, le he traído. Sí, lo he traído: correcto.
¿Lograste presentar la carta a tu jefe? → Sí, le he presentado. Sí, la he presentado.
¿Guardaste los libros en la maleta? → Sí, les guardé. Sí, los
Dequeísmo: consiste en usar incorrectamente "de que" en lugar de "que".
INCORRECTO CORRECTO
INCORRECTO CORRECTO
- Pienso de que puedes hacerlo. → Pienso que puedes hacerlo.
- Nos aseguró de que lo haría. → Nos aseguró que lo haría.
- En el pasado se creía de que la Tierra no era redonda. → En el pasado se creía que la Tierra no era redonda.
- Creo de que estás equivocado. → Creo que estás equivocado.
Queísmo: usar incorrectamente la palabra "que" en lugar de "de que", dicho de otra manera, es la omisión de la preposición "de".
INCORRECTO CORRECTO
INCORRECTO CORRECTO
- ¿Qué estás hablando? → ¿De qué estás hablando?
- Tengo miedo que no apruebe el examen → Tengo miedo de que no apruebe el examen
- Me alegro que vengas a visitarme → Me alegro de que vengas a visitarme.
- Estoy convencido que esta vez lo conseguiremos → Estoy convencido de que esta vez lo conseguiremos.
Vulgarismo: consiste en usar un lenguaje descuidado o vulgar. Aunque son más frecuentes en el lenguaje coloquial y en forma oral, los vulgarismos suelen denotar la falta de educación de quienes los utilizan. Esto es mucho más notorio cuando la frase u oración se enuncia en forma escrita. Una palabra se puede convertir fácilmente en un vulgarismo por la fonética de sus mismas letras. Por ejemplo: la palabra ahí se puede transformar en un vulgarismo al escribirse como hai.
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